Como bien nos lo dicen Engels y Marx:
“El ser de una cosa o del hombre
es, al mismo tiempo, en esencia, que las determinadas relaciones
que forman la existencia, el modo de vida y la actividad de un individuo
animal o humano constituye aquello en que su esencia se siente satisfecha … Toda excepción se
considera expresamente como un accidente desgraciado, por lo tanto cuando millones de proletarios
no se sientan satisfechos, ni muchos menos con sus condiciones de vida… Estos
millones de proletarios o comunistas piensan completamente distinto y lo
demostraran en su momento, cuando lo hagan compatibles prácticamente su ser con
su esencia, a través de una revolución”[1].
[1] Engels,
Federico y Marx Carlos; “Feuerbach
contraposición entre la concepción materialista y la idealista”, Editorial
Ciencias Sociales, La Habana, Cuba, 1973, página 49. -
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