PANORAMA ECONÓMICO
De Macri a Fernández: cuatro contradicciones del pacto de transición
El camino a diciembre está plagado de dilemas sobre el dólar, reservas, inflación, deuda y FMI. ¿Cuánto le cuesta la transición a la clase trabajadora?
El precario pacto de transición entre Mauricio Macri y Alberto Fernández está apoyado sobre dos pilares, también muy endebles: el dólar a $ 60 y el intento de preservar las reservas del Banco Central.
Todo el mundo sabe que el dólar es la variable más variable (valga la redundancia) o inestable en estas pampas. Hay causas estructurales profundas: la economía dominada por el capital imperialista; el atraso de la estructura productiva que requiere importar insumos y bienes de capital que el país no produce; la fuga de capitales sistemática del gran empresariado “nacional”; el endeudamiento en beneficio de los centros financieros internacionales. Todos estos factores implican una sangría permanente de dólares que salen del país. Obviamente, nada cambió desde las PASO.
En la coyuntura, la cotización del dólar depende de las conductas especulativas del gran capital. El macrismo erigió una monstruosa ingeniería que ofrece altas ganancias financieras.
Luego de las elecciones, para intentar evitar que el dólar escale más, el Banco Central recurrió a la suba de tasas de interés de las Leliq (Letras de Liquidez), un “papelito” que emite el Banco Central: busca que la alta tasa de interés haga atractivo el “papelito” frente a las ganancias que puede otorgar la suba de la cotización del dólar. Es una “lucha” desigual entre una moneda con una debilidad estructural y otra poderosa. La alquimia financiera no es duradera y engendra una bola de nieve de deuda de la autoridad monetaria, justamente por la emisión de las Leliq.
Como con la tasa de interés de las Leliq no alcanza para sostener la cotización del dólar, el Banco Central está liquidando reservas a gran velocidad: su oferta de dólares intenta hacer frente a la alta demanda de la divisa. El Central sólo logró recomponer sustancialmente reservas en dos oportunidades durante el año: el 9 de abril y el 16 de julio, fechas en las que recibió desembolsos del FMI por U$S 10.800 millones y 5.400 millones, respectivamente. En cuatro meses y once días que van desde el 9 de abril hasta el 20 de agosto (último dato publicado por el Central), las reservas cayeron en U$S 18 mil millones, incluso a pesar del envío del 16 de julio del FMI.